lunes, 25 de mayo de 2009

Para tu hogar perfecto

No pongas tus esperanzas en mí,
mi querido amigo,
que ya soy culpable de bastantes desilusiones
más de las mías propias
cuando me he dejado apagar
para satisfacer ilusiones ajenas…
y al final no complazco
ni a unos ni a otros,
y yo me quedo con mis penas.

Otras lo he callado
pero esta vez lo he dicho,
con excesos y bríos viviste tus años
y ahora sereno y cansado
pretendes vivir los míos.

Son mis fuerzas y bellezas
para vivirlas yo,
mis energías para gastarlas yo
mientras viajo y me equivoco,
no para dedicarlas a escuchar
tus historias de desboco.

Para sacar provecho de los años
no me basta la imaginación
yo no quiero que me cuenten,
a mí me falta pavimento,
a mí me falta cruzar puentes.


Para tu hogar perfecto
búscate otra pero ya vividita
cortesana convertida en dama,
que quiera adornar tu casa
y agradar a tus visitas.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Ellos

Él tiene los brazos de piedra
los ojos de esperanza
los labios de sangre
y años en el proceder.

Él tiene el corazón abierto
la risa tibia y constante,
cuidado de no enamorarse
y la ternura del mejor amante.

Él tiene la energía del momento
el cuerpo firme y ágil,
la malicia inocente
y el poder de hacerme bailar.

Él tiene dolor en los años,
el alma buena y enamorada
la poesía de la música en la sangre
y mi amor eternamente.

Ellos tienen tanto mío
como tanto me dan,
me han hecho quererlos tanto
como tantas pieles experimentar.

Una vez

Una vez tuve que verte
para querer verte siempre,
sólo una vez
para respirar tu alma rebelde.

Una vez besarte
para saberte el eterno ausente,
propiedad del viento,
hijo del más puro amor.

Una vez perderte
para añorarte siempre,
extasiada toqué tus labios
y afortunada vi tus adentros.

Una vez dejarte
para morir buscándote,
tan libre y tan intenso
eres principio y fin de cada deseo.

Humilde silencio de día
y sentimiento intenso de noche,
manos toscas al sol
y niño enamorado con la luna.

Risas, cantos y alcohol,
caricias, lágrimas y besos,
eres todo aquello en libertad
y así en libertad te quiero.

El primero

Mi alma sabe de amar por tu nombre
y mis ojos de llorar por tu recuerdo.

Viajas por mis venas
como tinta en la herida.

Calcinadas murieron mis esperanzas
y aún me lates en el pecho.

He renunciado a ti en algunos días,
y en otros te he querido conquistar.

Y de tantos y tantos días no hubo uno
en que pudiera dejarte de amar.

Soy una mujer

De inmensos placeres
soy una mujer
y de sencillos sueños
soy una mujer.
De grandes glorias
soy una mujer
y de complicados deseos
una criatura hambrienta.
De ardientes pasiones
vive mi espíritu
y de pocos temores
soy una mujer.
De muchos hombros
he bebido la pasión
que yo misma supe desprender
y sigo siendo una mujer.
Así, de grandes vacíos soy una mujer
que casi cualquier pecho
bastó para llenar.
De solo un hombre
seré una mujer,
aquel que me enamore
antes de dejarse enamorar.