Él tiene los brazos de piedra
los ojos de esperanza
los labios de sangre
y años en el proceder.
Él tiene el corazón abierto
la risa tibia y constante,
cuidado de no enamorarse
y la ternura del mejor amante.
Él tiene la energía del momento
el cuerpo firme y ágil,
la malicia inocente
y el poder de hacerme bailar.
Él tiene dolor en los años,
el alma buena y enamorada
la poesía de la música en la sangre
y mi amor eternamente.
Ellos tienen tanto mío
como tanto me dan,
me han hecho quererlos tanto
como tantas pieles experimentar.
miércoles, 13 de mayo de 2009
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